Siempre me interesó entender cómo funcionan las cosas. No solo observarlas, sino desarmarlas, encontrar el patrón, descubrir qué se puede mejorar.
Empecé en marketing, donde aprendí a leer audiencias, a contar historias y a mover ideas. Pero con el tiempo me di cuenta de que lo que realmente me atraía no era solo el mensaje, sino las decisiones que había detrás. Y especialmente, cómo los datos podían cambiarlo todo.
Desde entonces, me fui metiendo cada vez más en el análisis, la automatización y la optimización. Me encontré armando dashboards que redujeron en un 30% el tiempo de análisis de compras, identificando productos con mayor retorno, detectando insights clave en devoluciones (que permitieron reducirlas hasta un 18%) y afinando decisiones logísticas con visualizaciones que antes no existían.
En e-commerce aprendí rápido a moverme entre plataformas. Analizando datos de rendimiento en marketplaces logré mejorar la rentabilidad de productos clave en un 22% y ajustar la visibilidad de catálogos para aumentar la conversión.
Automatizar procesos se volvió parte del día a día: desde flujos con Power Query y Make.com, hasta pequeños scripts en Python. Integré APIs para sincronizar inventarios, pedidos y catálogos en tiempo real, reduciendo errores operativos en un 40% y ahorrando varias horas por semana a los equipos de gestión.
No me interesa complicar las cosas. Me interesa que sean claras, útiles y accionables. Que un dato sirva para tomar una decisión mejor. Que un informe no sea un adorno, sino una herramienta que transforma.
Vengo aprendiendo con cada proyecto. Con cada error y cada mejora. Tengo formación técnica —certificación PL-300, práctica con SQL, automatización, visualización—, pero sobre todo tengo una manera de pensar: buscar claridad, impacto y eficiencia real.
Este blog no es solo un archivo de cosas que sé. Es un espacio donde comparto cómo veo el análisis, el trabajo y las decisiones.
Si te interesa hacer que las cosas funcionen mejor, sin humo y con cabeza, estás en el lugar correcto.